Sierra Essence & British Ski Center

Experiencia fantástica: Éramos un grupo de 7 y el apoyo durante los 6 meses previos al viaje de Sierra Essence fue nada menos que de 5 estrellas. Ayuda y consejos sobre todos los aspectos del viaje, haciendo que la planificación fuera tan fácil como unas vacaciones organizadas. 3 esquiadores habían reservado lecciones con el British Ski Centre. Después de una nevada y fuertes vientos cuando llegamos, Giles se puso en contacto para organizar el aplazamiento de las lecciones, manteniéndonos informados sobre cuándo abrirían los remontes. Tenía grandes consejos para los snowboarders para evitar las multitudes y recomendaciones sobre lugares para comer y après-ski. En cuanto a su habilidad en la enseñanza, los 3 que tomaron lecciones están encantados con nuestro progreso. Cuando la montaña cerró debido a los fuertes vientos, Lynn respondió a un correo electrónico informándonos que esperaban que la montaña abriera al día siguiente, así que decidimos no planificar una excursión de un día a Granada con la esperanza de esquiar un último día. Lo hicimos, lo que hizo que el viaje fuera perfecto. Lucrezia fue muy útil gestionando reembolsos por el alquiler y los días de pase cuando la montaña estuvo cerrada. Tenemos algunos lugares más en los que esperamos esquiar en nuestra lista de deseos, pero 100% regresaremos y recomendaremos Sierra Essence y British Ski.

Experiencia negativa: Reservé a través de estas para asegurar un lugar en la guardería. Nos cobraron por no presentarnos, a pesar de que intenté llevar a mi niño pequeño y la única razón por la que no lo hice fue porque la guardería estaba tratando de cobrarnos nuevamente. Le expliqué esto a Sierra Essence, quien no mostró compasión y, con gusto, agregó otro cargo a mi tarjeta. Explotando a los clientes innecesariamente. Se puede reservar directamente con la guardería, es más fácil. Antecedentes: Una señora nos permitió cambiar de días en la guardería para que nuestro hijo de 2 años pudiera asistir con su amigo (que estaba enfermo) otro día. Cuando llegó el momento de dejar a nuestro hijo para su última sesión, su colega decidió que no estaba bien cambiar de días. Solo cambiamos de días porque la primera señora lo permitió, de lo contrario no lo habríamos hecho. La otra señora quería dinero para que cambiáramos, a pesar de que ya habíamos pagado.